Se estima que en Europa existen 10 millones de turistas de observación de aves y España es uno de los destinos atractivos para este colectivo. El turismo ornitológico es un sector en el que las Dehesas son un destino muy importante, una oportunidad para la puesta en valor de la diversidad que alberga de un modo sostenible. Las épocas más recomendables para el avistamiento de aves son primavera, otoño e invierno. Según la tipología de la Dehesa podemos encontrar:
En invierno, una de las especies más representativas es la grulla común, auténtico símbolo de las dehesas durante esta época del año, que acaba de abandonar los campos de encinas para regresar a sus zonas de cría en el norte de Europa y Rusia. Del mismo modo, la paloma torcaz, atraída también por la abundancia de bellota, llega en grandes bandos a los encinares adehesados. Otras especies frecuentes durante la invernada son: avefría, lavandera blanca, petirrojo, colirrojo tizón, zorzal común, zorzal alirrojo, mosquitero común y camachuelo común.
La dehesa es el hábitat de nidificación de numerosas rapaces como el elanio azul, milano negro, ratonero común, águila calzada o águila culebrera y también acuden en busca de alimentos otras, como el águila perdicera o rapaces necrófagas como el buitre leonado o alimoche. También alberga aves en muchos casos amenazadas. Especies de gran belleza y tamaño como el Águila Imperial Ibérica y el Buitre Negro.
- En las dehesas con alta densidad de arbolado (20-40 árboles/ha), las especies de aves son las típicamente forestales, destacando durante el período reproductor la abubilla, paloma torcaz, tórtola común, pito real, herrerillo común, carbonero común, pinzón vulgar, mirlo común, zorzal charlo, papamoscas gris, curruca mirlona, alcaudón común, rabilargo, gorrión chillón, gorrión moruno y verderón.
- Cuando la dehesa conserva matorrales como jaras, retamas, brezos, cantueso o incluso chaparros (encinas jóvenes que nunca han sido podadas), se enriquece con la presencia de otras especies como totovía, curruca cabecinegra, curruca mirlona, curruca carrasqueña y curruca rabilarga.
- Cuando disminuye la densidad de árboles (menos de 15 árboles/ha) y predominan los pastizales como matorrales dispersos, surgen otras especies como la cogujada montesina, tarabilla común, triguero o incluso alcarabán.
En invierno, una de las especies más representativas es la grulla común, auténtico símbolo de las dehesas durante esta época del año, que acaba de abandonar los campos de encinas para regresar a sus zonas de cría en el norte de Europa y Rusia. Del mismo modo, la paloma torcaz, atraída también por la abundancia de bellota, llega en grandes bandos a los encinares adehesados. Otras especies frecuentes durante la invernada son: avefría, lavandera blanca, petirrojo, colirrojo tizón, zorzal común, zorzal alirrojo, mosquitero común y camachuelo común.
La dehesa es el hábitat de nidificación de numerosas rapaces como el elanio azul, milano negro, ratonero común, águila calzada o águila culebrera y también acuden en busca de alimentos otras, como el águila perdicera o rapaces necrófagas como el buitre leonado o alimoche. También alberga aves en muchos casos amenazadas. Especies de gran belleza y tamaño como el Águila Imperial Ibérica y el Buitre Negro.
En este segundo artículo del especial dedicado a las Dehesas miramos hacia las copas de las encinasLas aves que ahora pueblan las copas de las encinas son las cigüeñas blancas (Ciconia ciconia). Se quedarán hasta otoño, entonces irán a África. Hoy en día son menos las cigüeñas que nidifican en los campos, la mayoría lo hacen en núcleos poblacionales, en tejados y campanarios. Las fotografías que siguen a continuación corresponden a la Dehesa Maribela, el mismo escenario que en el primer artículo sobre la Dehesa aquí.
Cada fin de invierno las cigüeñas vuelan para ocupar el nido del año anterior, repararlo y traer nuevas crías. |
Los machos se adelantan en el viaje de 2 a 3 días a las hembras para reparar el nido de los desperfectos ocasionados desde su último anidamiento. |
Muestra del gran número de cigüeñas que pueblan las copas de las encinas es que, sólo en esta fotografía, podemos ver cuatro nidos, es decir cuatro parejas de cigüeñas. |
Un nido recién construido mide unos 80 cm de diámetro y apróximadamente 30 cm de espesor. |
Seguro que habéis visto muchas veces cigüeñas, ¿pero las habéís escuchado claramente 'crotorar'?. Se comunican entre ellas golpeando enérgicamente, una contra otra, las dos parte de su pico. Es un sonido muy peculiar que recuerda al de unas castañuelas. Podéis escuchar una reproducción aquí.
Son el símbolo de Extremadura, el símbolo de la Dehesa.
Fuente: turismoextremadura.com
Fuente: turismoextremadura.com
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