La religión romana es una religión politeísta, emparentada con la religión griega antigua. Los romanos creen en un cierto número de potencias divinas: los dioses. La potencia de los dioses inquieta, por lo que los romanos intentan vivir en buena armonía con ellos, reconociendo su superioridad, y rindiéndoles culto a través de los ritos.
Árboles y bosques asumieron características de símbolos divinos, o representaron fuerzas superlativas como valor, resistencia o inmortalidad. Fueron los medios de comunicación entre dos mundos. Se ha dicho que los árboles heridos por un rayo y consumidos por el fuego, observados por las sociedades prehistóricas, pueden haber dado lugar a la idea de que los dioses habitaban en los cielos igual que en la tierra (Brosse, 1989; Harrison, 1992).
Me parece un tema muy interesante. A continuación os indico algunos ejemplos de la relación entre naturaleza y mitología en la cultura romana.
- Para los romanos el roble simbolizaba a Marte y a este árbol se abrazaban los soldados antes de partir a la guerra.
Árboles y bosques asumieron características de símbolos divinos, o representaron fuerzas superlativas como valor, resistencia o inmortalidad. Fueron los medios de comunicación entre dos mundos. Se ha dicho que los árboles heridos por un rayo y consumidos por el fuego, observados por las sociedades prehistóricas, pueden haber dado lugar a la idea de que los dioses habitaban en los cielos igual que en la tierra (Brosse, 1989; Harrison, 1992).
- Para los romanos el roble simbolizaba a Marte y a este árbol se abrazaban los soldados antes de partir a la guerra.
- El tilo representaba el vigor de Venus.
- El abedul estaba bajo la protección de Mercurio.
- El haya se consagró a Júpiter.
- El sauce es símbolo de amor no correspondido y desgraciado aunque trae suerte en el parto y las enfermedades.
- El ciprés representa la inmortalidad, el triunfo de la vida sobre la muerte.
- Bajo una higuera fueron encontrados Rómulo y Remo. Fue árbol sagrado hasta la época imperial.
- Las hojas de laurel se empleaban para realizar las coronas.
- El muérdago era un símbolo de la paz. Por eso se usa en Navidad.
- Flora es la diosa romana de los jardines. Las flores eran su corte, y los prados y bosques, sus palacios.
- Terminus, guardián de los límites de los campos.
- Pomona era la diosa de la fruta, y por extensión de los árboles frutales, los jardines y las huertas.
- Ceres era la diosa de la agricultura.
- Silvano, dios de los campos sin cultivar y de las selvas, protector del ganado y de los rebaños
- Tras la poda, con las ramas de los árboles, las mujeres que deseaban quedarse embarazadas eran azotadas ritualmente.
- Las Cameneas eran diosas de los manantiales, pozos y fuentes.
- Plutarco relata que en las faldas de la colina Palatina se encontraba un cornejo considerado como una de las cosas más sagradas de Roma y que cuando un viandante creía que necesitaba riego, daba un grito de alarma y aparecía rápidamente una multitud de personas con cubos de agua para regarlo.
- Catón dice que cuando en Roma se realizaba una tala para clarear un bosque, se sacrificaba un cerdo y se rezaba a la divinidad de ese bosque pidiendo perdón.
- Cuentan que los romanos tenían la creencia que los ramajes de ciertos árboles protegían en el más allá los espíritus de los desaparecidos.
Fedro era un fabulista latino, llamado también Foeder. Nació hacia el año 15 a.C. en Macedonia. Llegó a Roma como esclavo de Augusto, que después le concedió la libertad. Murió hacia el año 50 d.C. Escribió cinco libros de fábulas.
En la siguiente fábula Fedro aconseja no hacer nada que no sea de provecho, pero además nos deja una muestra de lo que los árboles significaban para la cultura romana.
En tiempos antiguos, los dioses eligieron árboles que querían que estuviesen bajo su protección. La encina a Júpiter y el mirto le gustó a Venus, el laurel a Phoebo, el pino a Cibeles, al altivo chopo a Hércules.
Minerva, sorprendida, preguntó porque escogían árboles sin fruto.
Júpiter le dice el motivo: "Para que no parezca que vendemos el honor por su fruto"
"Pero por Hércules, se dirá lo que se quiera, el olivo para nosotros es un fruto provechoso", respondió Minerva.
Entonces así el padre de los dioses y creador de los hombre dice:
"¡Oh, hija, que sabes hablar con más razón que todos!, si no es provechoso lo que hacemos, la fama es inútil"
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